¿AFICIONADOS O PROFESIONALES?

En esta mañana de lunes, una de mis primeras conversaciones ha sido con un directivo a quien valoro profesionalmente. Hemos estado comentando un programa para futuros directivos que ambos conocemos y que tenemos la sensación que no ha acabado de funcionar. Cuando hemos intercambiado opiniones, él muy acertadamente, ha afirmado que el principal problema es que ha sido un programa dirigido por “aficionados”. 

!Cierto, “dirigido por aficionados”!

He visto la luz con el concepto “aficionado”. En los últimos años, supongo que justificados por una mal entendida innovación y disrupción, he observado bastantes “aficionados” que han opinado y liderado en ámbitos de los que no suelen poseer ni una experiencia destacable, ni un “know-how” real. Les suele gustar el tema (por eso son “aficionados”) pero les suele faltar cierta prudencia profesional. Los resultados son de todo tipo pero en bastantes casos han hecho perder el tiempo y la ilusión a más de uno. 

En el contexto empresarial actual ya no creo en las carreras profesionales estables y de continuidad; puede ser bueno y necesario plantearse cambios de rumbo y aceptar participar en proyectos nuevos en ámbitos que no tenemos una experiencia real. Pero hay que formarse bien antes, conocer lo que ya se ha trabajado, lo que la funcionado y lo que no no; para proponer con coherencia y humildad propuestas, continuistas o no, pero con solidez inicial. A esto yo le llamo “profesionalidad”.

Siempre valoro mucho ilusión y la pasión de la gente con la que trabajo pero por igual la prudencia y el rigor de sus propuestas.