Hace ya años y creo que leyendo uno de los libros de Peter Senge sobre "La quinta disciplina", leí el sindrome de la rana hervida. Explica que si echamos una rana dentro de un cazo hirviendo veremos que salta instintivamente fuera de él pero, si la metemos en un cazo de agua fría y vamos aumentando gradualmente la temperatura, no se dará cuenta de lo que ocurre hasta que sea demasiado tarde. Estos días leyendo a Goleman, Boyatzis y McKee en "El líder resonante crea más" vuelvo a leer la misma narración. El síndrome de la rana hervida lo utilizo a veces en clases, es útil para entender la necesidad de los procesos de cambio. La gente pone atención a estas pequeñas metáforas y estoy seguro que la capacidad de retención es mucho más alta que si justifico la necesidad del cambio empresarial con cinco transparencias llenas de números, gráficos y ratios. Es un tema de estilos de aprendizaje. El síndrome de la rana hervida lo observo cada día en nuestras empresas. No ta...
Comentarios
Publicar un comentario