SENTIRSE INVISIBLE

A todos nos ha pasado en alguna ocasión y si a alguien no, considérese un afortunado. “Sentirse invisible” es realizar nuestro trabajo con esfuerzo, con deseo de mejora y con ganas de crecer y no recibir el mínimo mensaje de apoyo por parte de nuestro “jefe” o de la dirección de la compañía. “Sentirse invisible” es luchar por aportar y esforzarse por que las cosas salgan bien y percibir que no recibimos un mínimo reconocimiento, ni un mínimo mensaje que transmita confianza en nosotros. Simplemente estamos allí, pero parece que nadie tiene planes para nosotros. 


Paul Watzlawick decía que la peor comunicación es la “no comunicación” y algo parecido nos sucede cuando nos sentimos invisibles en una compañía. No nos dicen ni bien, ni mal, no estamos en la lista de nadie, realizamos nuestro trabajo con profesionalidad, pero creemos que no tenemos futuro en ese proyecto por que nadie nos dice nada. Estamos en reuniones de equipo, hablan de talento y de lo importante que son las personas, pero pensamos que ese mensaje no va para nosotros y son palabras vacías. 

El “sentirse invisible” puede estar explícitamente provocado por algunos “jefes” o simplemente generado por otros sin darse cuenta. En el primer caso son “jefes” que no quieren afrontar ciertas conversaciones sinceras con sus colaboradores y construyen un muro de silencio con sus equipos, esperando que los equipos interpreten sus no comunicaciones . En el segundo caso son “jefes” de acción, agresivos, centrados en la agenda de los objetivos y totalmente desconocedores del impacto de su estilo de management en los equipos. 

En numerosas ocasiones me he encontrado a jefes que piensan que saben motivar y comprometer a sus equipos, que saben cómo liderar personas y de los tipos de colaboradores (con variedad de tests y modelos de clasificación de perfiles) que hay en una compañía, pero empiezo a creer que demasiados no se han puesto nunca delante de un espejo de forma sincera. Sin autoconocimiento no hay liderazgo y añado que sin diálogos con confianza, todavía menos. 

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