RELEVOS DIRECTIVOS
Una experiencia recurrente que he vivido como consultor son los “Relevos Directivos”, es decir, la entrada de un directivo que releva la gestión de otro. Sorprendentemente y no siempre que el relevo tiene un encargo de cambio, el nuevo directivo decide una gestión totalmente distinta al del anterior. Toma decisiones contrarias al anterior y decide dejar de invertir o hasta eliminar los avances del predecesor. No hay “suma”, al contrario, genera un nuevo camino que “aplasta” la gestión del anterior.
Como he comentado este enfoque es acertado cuando la agenda del nuevo directivo es la de generar un cambio sobre el anterior, pero esto ocurre en determinadas ocasiones. En el resto, aunque cada directivo debe definir su estilo y unas prioridades compartidas, creo que debe saber aprovechar los avances y los aciertos de la gestión anterior, con el fin de ayudar ha avanzar a la organización. Los equipos lo agradecen y entienden un rumbo que se va construyendo en el largo plazo. En el caso contrario, lo único que saben los colaboradores es que se deben adaptar a unas nuevas prioridades, como un nuevo “reinado” que ha llegado y al que deben seguir.
Este tipo de comportamientos directivos lo he observado especialmente en organizaciones profesionales, en qué parece que priman más “las historias individuales” que los “avances de la organización”. En cambio, en compañías con gestión avanzada, estas agendas tan individuales tienden a evitarse y se prioriza un propósito colectivo.
La incoherencia más amplia en estos directivos es la de hablar de “la importancia del equipo” cuando se dirigen a sus colaboradores.
Comentarios
Publicar un comentario