¿Y qué hacemos con el No Talento?

Escribí en este Blog sobre una de las tendencias más destacables en la Gestión de RRHH en compañías con cierta madurez. La de identificar, desarrollar y retener su talento o lo que es igual, el establecer prácticas concretas para aquellas personas que aportan un valor especial para los planes de la organización. La tendencia es una lógica de mercado en compañías en qué la gestión de personas es una variable diferenciadora. Decía además que esta tendencia implica una gestión por colectivos en las estrategias de Recursos Humanos.

He observado que algunas de las áreas de Desarrollo de RRHH. en bastantes compañías ahora se denominan áreas de Gestión del Talento (Talent Management). Es verdad que en varios casos es sólo un cambio de título y las funciones y enfoques son los mismos. Es cierto también que algunas, pocas, compañías entienden que tras el concepto de Talento está cualquier persona de la organización, ofreciendo una perspectiva positiva en la gestión de su Capital Humano. No obstante en numerosos casos la Gestión del Talento es la de colectivos concretos denominados "key people".

El Talento es dificil de gestionar y retener por su nivel de expectativas aunque ofrece un rendimiento alto y ofrecen alta autonomía en su actuación.

La cuestión para muchas organizaciones con las que colaboro es en numerosos casos la inversa, ¿cómo gestionamos un colectivo profesional de cierta antigüedad en la compañía, con poca rotación de puestos y con la única expectativa del intercambio de tiempo por dinero?. Esa es una de las más claras problemáticas del "management del día a día", motivar o mantener con cierta tensión ciertos colectivos que en numerosos casos muestran cierta problemáticas de actitud con los planes de la compañía. 

No podemos olvidar estos colectivos, son el No Talento, para simplificar. Generan límites al desarrollo de la compañía. Los buenos "managers" suelen dedicar bastante tiempo a ellos con resultados no siempre óptimos. He intentado dar herramientas en los últimos años para el tratamiento de estos colectivos a través de las posibilidades del cambio de actitudes, la búsqueda de una mayor polivalencia, con estilos de dirección más de tarea o con las prácticas de formación continua. Hay que avanzar en todo ello y aseguro que en ciertas compañías preocupan tanto o más que el Talento.

Os deseo a todos Felices Retos e Ilusiones para el 2014. Continuaré a la vuelta entre la empresa y el aula, cómo suele ser habitual en mi agenda.