Vuelta a la actividad


Los días pasan y los planes desaparecen, sin darnos cuenta volvemos a estar al inicio de un nuevo año académico y ante el último cuatrimestre del año. Tras la tradicional pausa veraniega vuelta a la actividad con cierta pereza pero con la ilusión de volver a algo que ante la lejanía parece más nuevo.

En la jornada de profesores del IQS de la Universitat Ramón Llull se habla una vez más de nuevas tecnologías en la docencia. Digo una vez más por que desde el 2000 hasta hoy habré leído, asistido a debates y comentado este tema decenas de veces. No obstante las propuestas no son las mismas y siempre siento que aunque las primeras prácticas no están agotadas ya aparecen otras más revolucionarias. El tema de los MOOC (Massive Open Online Courses) parece interesante, a priori es una liberalización del conocimiento de algunas de las principales universidades del mundo, aunque detrás de todo ello hay planteamientos comerciales y de atracción de nuevos alumnos más que otra cosa. Con los años ya he aprendido que los planteamientos románticos tienen poca cabida en un entorno empresarial demasiado dominado por la economía.

Aprendizaje colaborativo, sin simultaneidad entre profesor y participante y con un cambio de rol del docente son para mi algunas de las ideas que más me atraen de las propuestas que ofrecen las tecnologías para la docencia. Esta claro que el papel de quién dirige la clase ya no va a ser tan sólo la del experto, por qué el conocimiento está en muchos lugares y el profesor es cada vez más quien facilita el aprendizaje y la discusión entre los participantes.

El viernes de la primera semana de actividad  tengo clase en Madrid con el ICIL. Como siempre interesados participantes, con ganas, la mayoría en activo pero algunos en desempleo. Hace unos años tener un alumno en un Master para profesionales en desempleo era algo realmente extraño, por desgracia empieza a ser habitual. Me vuelve a la mente que el contrato psicológico (según Edgar Schein, el gran experto en Psicología de las Organizaciones) o el conjunto de expectativas entre empresa y trabajador ha cambiado. Ya no podemos esperar una compañía que nos contrate para toda la vida, escogiendo por nuestra parte un rol pasivo ante nuestro futuro profesional. Me gusta esta frase tan citada hoy en día de que "cada uno que aguante su palo", para explicar las nuevas relaciones industriales. En estos últimos años muchos trabajadores han visto como las compañías en las que trabajaban desde hacia décadas han tenido que prescindir de sus puestos de trabajo y se encuentran ahora en una situación profesional totalmente inesperada. Hay que cambiar nuestros entornos de trabajo hacia modelos de mayor efectividad, a nivel personal, en lo posible, ser proactivos y definir en lo posible nuestro rumbo profesional. Creo que es la mejor opción.

Vamos a ver cómo se inicia todo en este nuevo período en la empresa y en aula, a los que siempre intento unir.




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