Cambio de paradigma
Cierro un año del que me siento
profesionalmente satisfecho con un nivel de actividad que en determinados casos
me ha sobrepasado teniendo que dedicar espacios de mi tiempo personal a la
profesión. Los resultados son positivos y agradezco la confianza que han
depositado en mí escuelas de negocios y empresas. Creo que los lectores de este
Blog deben notar mis aprietos con el tiempo con reflexiones por mi parte muy
puntuales y sin ninguna periodicidad. No era mi deseo pero se acaba
convirtiendo en mi realidad.
De lo que cada día me siento menos
satisfecho es de lo que observo en las empresas que nos rodean y por lógica de
sus profesionales. A grandes rasgos creo que se toman decisiones demasiado
rápido que después tienen que replantearse, se trabaja desde la
superficialidad, existe la increíble ignorancia que por leer un libro o asistir
a un curso sobre una temática empresarial ya se domina, se confunde la
innovación con cualquier aportación y continua trabajándose con entornos muy
jerárquicos en qué quién posee el poder rechaza, ahora de una forma más
elegante, las aportaciones de los demás. Ahora todo tiene que agradar, sino
agrada parece que no es bueno. Los cursos deben ser divertidos, confundiendo el
concepto de aprendizaje experiencial con diversión; los jefes deben ser siempre
asertivos, olvidando los deberes de cada uno, y las compañías deben velar
siempre por el mantenimiento del empleo, cuando lo que deben mantener es la
competitividad que después genera puestos de trabajo.
Con deseo de aportar creo que las
reglas del juego han cambiado. Estamos ante un cambio de paradigma del modelo
empresarial. Lo que nos obliga a replantear ciertas cosas:
·
1. Todos hemos de recordar que además de derechos tenemos deberes. La queja constante no construye, colapsa
2. Todos somos responsables del presente por lo que todos somos responsables de mejorarlo.
3. La expansión del mundo empresarial obliga a pensar que las compañías además de perseguir objetivos de rentabilidad también deben establecer su aportación al desarrollo social.
4. La ética no es sólo una asignatura algo utópica que se explica en algunas escuelas de negocios sino una guía de actuación para cualquier profesional.
5. Las compañías deben cambiar su entorno de trabajo hacia modelos de meritocracia, es decir: retribuir por resultados, fomentar la participación organizada, fomentar el talento, liderar desde la coherencia, establecer estrategias y construir sobre el conocimiento previo.
6. Representar a los trabajadores no es negar siempre las propuestas de la empresa sino pensar en escenarios compartidos que potencien la competitividad de la empresa.
7. ….
Hay mucho trabajo por hacer ante un
año el 2013 que algún economista califica como “muerto”.
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