Vuelta a empezar

Dedicarse a la docencia de forma total, parcial o esporádica implica que sobre estas fechas tienes la sensación que vuelves a empezar lo que ya habías terminado el año anterior. El año académico se inicia y los programas máster y de especialización vuelven a empezar. Con los años descubres que sino quieres caer en la inoperancia es mejor incluir cada año pequeños cambios a las asignaturas y cambios más importantes cada más años. Siempre explico que la docencia en escuelas de negocios y en programas ejecutivos "no es dar clases" cómo me comentan algunos pero creo que sólo lo entiende el que lo ha vivido.

En este período hasta final del año tengo que participar en seis programas distintos, algunos generalistas y otros para especialistas pero siempre con participantes exigentes, críticos y en ahora muchos casos en búsqueda de nuevos retos profesionales. Al profesor en estos programas se le evalúa y se le exige y el propio sistema de evaluación le puede convertir más en generador de "satisfacciones espontáneas" en los participantes que de "aprendizajes reales". Por desgracia bajo el concepto de aprendizaje experiencial todo cabe.

Vuelta a empezar también al hablar de liderazgo. Mi colega Carlos, profesional que combina la docencia con la práctica desde las funciones y el discurso, opina igual que yo que al final todo está más que inventado y damos vueltas sobre lo mismo. Me recuerda con sensatez el buen libro de Pablo Maella "Gestionar con sencillez". El título lo resume todo. 

Me he entretenido algunas noches en leer algunas de las principales ideas de Peter Drucker y la impresión es la misma, acierta Drucker con el liderazgo en la empresa y cita ideas que ahora hay quién explica cómo nuevas. 

Habrá que continuar. Antes de cerrar la semana quedan dos días con empresas en proyectos que justamente persiguen potenciar un liderazgo real y operativo en algunas personas de la compañía.