El Valor del Tiempo
Estos últimos días he estado en Roma, corta escapada de descanso. Soprende la combinación de culturas y la importancia en la historia de la Humanidad que puede tener una sola ciudad.
Entre miles de reflexiones que han aparecido por mi cabeza en las tradicionales visitas a sitios tan destacables como la Capilla Sixtina, los museos del Vaticano o el Coliseo romano, me sorprende el distinto valor del tiempo que tenían culturas previas a la nuestra. Se habla de años, décadas o hasta siglos para explicar el tiempo requerido para construir una obra. En cambio hoy y salvando las distancias, hablamos de proyectos políticos a cuatro años, cambios organizativos en un año o de planes estratégicos a dos años. Los resultados empresariales se revisan mensualmente o en algunos casos hasta diariamente.
Está claro que la evolución tecnológica ha permitido acortar los períodos de tiempo pero ello no implica cierta aceleración social o empresarial que todos notamos y que a veces nos da la sensación que no nos lleva a ninguna parte. Nuestra cultura persigue continuamente acortar los tiempos de realización, los resultados deben ser inmediatos y lo de hoy era para mañana. Perdemos el origen y el rumbo con demasiada facilidad.
Progreso tecnológico no necesariamente implica progreso social, quizá hay que desacelerar ahora para entender y tomar distancia sobre lo que sucede.
Vivimos en un mundo acelerado como bien dices Ricard. Vamos con nuestros Smartphones viendo la última noticia, el último twitter, los anuncios por la calle y la tv, las ofertas de los comercios con sus luces y productos irresistibles....
ResponderEliminarEn la empresa, priman los perfiles agresivos frente los analíticos, con la crisis los comerciales son los amos, y los técnicos y mal necesario.
En algún momento deberemos frenar y valorar lo importante en esta vida, la esencia de las cosas, sin prisa. Sino es así, que futuro les dejamos a nuestros hijos, donde las cosas ya no son lo que son sino una realidad cuasi virtual y distorsionada. Una vida fastfood! Todo pasa rápido, fácil e indoloro. La evolución nos dejara sin dientes... no harán falta ;-)
Gracias Juan Antonio por tus comentarios. Estoy de acuerdo con tus propuestas, estoy de acuerdo con la rapidez y la efectividad siempre que se tenga un rumbo claro hacia donde ir. Saludos. Ricard.
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