FRONT-OFFICE
En estas semanas de descanso hemos sido clientes de bares, restaurantes, hoteles y otras compañías que ubicamos en el sector servicios. Supongo que en parte por mi propia profesión, suelo ser un intenso observador de la forma cómo me siento tratado y atendido por las personas de estas compañías con contacto directo con el cliente. Es lo que denominamos “front-office” y para simplificarlo corresponde, en estos casos, a camareros, recepcionistas, dependientes, socorrista etc. Personas que en bastantes compañías viven cierta precariedad laboral y altas rotaciones por temporalidad. La cuestión es que cada vez valoro más la atención que recibo. Me gusta la persona que me atiende y resuelve con compromiso mis dudas y me encanta la persona que sabe atenderme con proactividad y cierto optimismo. Creo que cada vez más mi decisión de repetición como cliente o de recomendación de uno de estos negocios está más determinada por la persona que me atiende, que por el producto en sí (o la forma cómo